Comprar prendas o artículos espontáneamente, sin planificación, son actos que nos llevan a “tener el guardarropas lleno de nada que ponernos”. Y cómo es eso?… Simple! Compramos prendas sueltas que luego no se adaptan al resto de nuestro guardarropas, ya sea por un color erróneo, imposible de combinar, por cortes inadecuados que no nos favorecen o bien por texturas poco confortables que dejan al descubierto nuestra insatisfacción al instante de llevarlas puestas.

Existen algunos factores que debemos considerar antes de adquirir una nueva prenda, como los aspectos visuales, el ajuste / tejido, función, necesidad y versatilidad.

Lo primero que debemos tener en cuenta es si la prenda en cuestión se ajusta a nuestro estilo:

Cuando salimos de compras, lo que primero nos atrae de una prenda es su apariencia general y ese será el primer filtro que ésta deberá pasar. Debemos asegurarnos que la pieza en cuestión posea la forma, color, diseño, textura y detalles adecuados para nuestro estilo particular.

Cuando pensamos en nuestro concepto de estilo, tratemos de imaginarlo como un cuadro, dónde cada elemento de nuestro guardarropas contenga elementos que coincidan entre si o tengan algún punto de conexión (colores por ej., patrones o detalles).

Si la pregunta anterior tiene una respuesta positiva, necesitaremos probar la prenda para analizar si nos gusta el calce y la tela con la cuál fue confeccionada.

Estos dos factores: calce y tela, no son negociables. Si la prenda en cuestión no tiene un calce adecuado o si su tela no se siente confortable en la piel, es muy probable que dejemos de usarlo o directamente que nunca lleguemos a estrenarla.

Las prendas a menudo se ven muy diferentes en los maniquíes que en el cuerpo, y generalmente es difícil juzgar si nos sentiremos cómodos usando un tejido simplemente tocándolo con las manos, por lo que recomiendo siempre probarlas, ya sea en el local o en casa (por ello debemos conservar siempre los tickets, por si acaso!).

Ahora viene una pregunta crucial:

¿Qué lugar / función tendrá en nuestro guardarropas?

Antes de comprar una prenda, debemos saber qué función cumplirá esa prenda dentro del guardarropas.

Nos gustaría que forme parte de nuestra cápsula de la temporada en curso, que forme parte de nuestras fórmulas de outfits, será una pieza clave o un elemento de destaque para crear un punto focal?

¿Quisiéramos usarlo regularmente para el trabajo o para uso cotidiano, o pretendemos reservarlo para ocasiones especiales?

Cada incorporación debe al menos armonizar con la estructura básica de nuestro guardarropas. Si un elemento se ajusta perfectamente a nuestro estilo, si no podemos asignarle una función, es probable que no funcione.

La prenda que nos interesa incorporar, va a llenar un bache del guardarropas o si será agregada  a un área ya sobrerrepresentada?

Acá debemos ser honestos y considerar si realmente necesitamos esa prenda para completar un guardarropas consistente con nuestro estilo de vida. Además de expresar nuestros gustos personales, el guardarropa también debería representar todas nuestras actividades, y la cantidad de prendas deberían ser proporcionales a cada una. Por ejemplo, si pasamos la mayor parte del tiempo usando prendas informales durante el día y solo unas pocas noches al mes hacemos salidas que requieren ropa de noche, la sección de vestuario de día debe ser considerablemente más grande que el inventario de ropa de noche. Debemos tratar de hacer un seguimiento de las áreas sobrerrepresentadas poder tomar una decisión de compra más acertada si repentinamente encontramos una prenda o elemento que nos guste.

Y ahora, para tomar la decisión final:

¿Podemos pensar en al menos 3 conjuntos para usarla?

Si la prenda  ha superado las cuatro preguntas anteriores, es posible que hayamos descubierto una valiosa incorporación a nuestro guardarropas, pero antes de tomar una decisión final, deberíamos volver  a verificar rápidamente la versatilidad de la misma  haciendo una lluvia de ideas sobre algunos posibles equipos.  Solo para estar plenamente seguros, tratemos de encontrar tres conjuntos usando la nueva prenda y el resto de nuestro guardarropas. Si podemos pensar fácilmente en tres o más conjuntos que nos encantaría usar, ¡adelante!, con absoluta seguridad se trata de una prenda de la cual sacaremos provecho.

Y Ustedes? Cómo realizan sus compras de ropa?

Les deseo muchos éxitos en todas sus nuevas adquisiciones.

Hasta una próxima nota.

Flor