Todas las mujeres somos diferentes, tenemos ojos de un color determinado, el cabello de determinada manera, y claro que también una estatura, tipo de cuerpo, proporciones y un peso diferente.

En muchas partes del mundo, se ha logrado comprender esta feliz diferencia, y cualquier mujer puede conseguir variedad de prendas, ya que se está confeccionando ropa para todas las medidas y gustos, cosa que actualmente no podemos lograr en nuestro país.
Si bien lentamente he ido notando un cambio en algunas marcas nacionales, dónde en redes sociales como instagram y campañas publicitarias comienzan a incorporar modelos de tallas más grandes, la mujer real aún se ve relegada para la mayoría de las marcas.
Otro detalle no menor, es que los talles de las prendas se han reducido considerablente en las últimas décadas, dejando fuera de la moda a muchas mujeres, que cada día les cuesta más verse actuales en la Argentina.
Por supuesto que existen algunas marcas exclusiva de talles grandes, pero: por qué no darle a todas la oportunidad de elegir que vestir y que marcas comprar?

170dad4e-111c-4ab4-b61c-c7269442fd13746e5911-82dd-43c5-9dfb-bb7fa5a7658c123bac8e-6cd9-4cd8-94cc-39ef55b91975
Existen en nuestro país 12 leyes de talles -entre provinciales y municipales- pero aún así ún no garantizan la existencia de prendas para la diversidad de cuerpos existentes.
Muchas marcas, en sus páginas de ventas on line, suelen mostrar más talles de los que realmente comercializan, lo que es un engaño, ya que luego es imposible conseguirlas porque realmente no existen, o bien el stock es siempre nulo. Y qué decir de las marcas que solo comercializan talles únicos!
Actualmente, siete de cada diez personas, en su mayoría mujeres, adolescentes y adultas, tienen problemas para encontrar prendas de su talle en la Argentina.
Esta problemática es mucho más profunda que el simple hecho de conseguir cual o tal prenda, esta cuestión genera frustración, las personas se deprimen y hasta suelen dejar de comer durante varios días con la ilusión de lograr adaptar sus cuerpos a la prenda en cuestión.
La gravedad del asunto es aún mayor cuando se trata de adolescentes, dónde se llega a tal frustración que se deprimen, llegando en muchos casos a sufrir trastornos alimenticios serios.
Considerar la ley de talles no es un detalle menor, y entre todos podemos movilizarnos para que finalmente logre implementarse como corresponde.
De que manera? Denunciando a quines no la cumplan.
Todas tenemos derecho a vestir de la manera que más nos siente y nos guste y no tenemos por qué resignarnos a usar prendas que nos quieran imponer.
Ojalá la cabeza de los empresarios de la moda nacional pueda abrirse y logren hacer de la ésta, una cuestion inclusiva de verdad.
Hasta la proxima nota.
Flor