Los vestidos camiseros son a mi criterio una de las prendas más versátiles del guardarropas, ya que podemos usarlos de diferentes formas, como por ejemplo como un simple vestido, abierto sobre un outfit diferente a modo de abrigo, con un sweter encima para parecer sólo falda y de cualquier otra forma que se te pueda ocurrir. (la creatividad puede ser infinita)
Al momento de elegir un vestido camisero, es importante seleccionar aquel que esté confeccionado de una tela que posea buena caída, para no generar volúmenes y estructuras innecesarias.
La forma básica de usar este tipo de prendas, es como lo que son: un vestido con estructura de camisa, y a partir de allí y dependiendo la forma del cuerpo de cada una, podemos empezar a jugar y crear diferentes alternativas.
Si tenemos una silueta en la que podamos destacar la cintura, agregarle un cinturón puede cambiar notablemente la apariencia de esta prenda, si no es así, es muy buena idea acompañarla con accesorios importantes que generen en el outfit una apariencia más interesante.
Otro modo de llevar esta prenda y sacarle mayor provecho es usándolo sin prender los botones sobre otro outfit, entonces se transformará en una especie de abrigo o kimono y allí tendremos un uso diferente en la misma prenda.
Otra opción de uso, es llevarlo como una camisa standard con pantalones por debajo, y una chaqueta corta (de jean, cuero, o gabardina por ej) o un sweter por encima, creando un look sumamente canchero y actual.
Una forma novedosa que se estuvo viendo en las grandes capitales de la moda, es superponiendo una falda sobre el vestido camisero, y dejando ver por debajo o mediante algún tajo o transparencia parte del camisero.
Por supuesto que se nos pueden ocurrir otras opciones, y cuanto más propias, más originales y todas son válidas. Lo importante es que tengamos siempre presente las características físicas propias, la forma de nuestro cuerpo, volúmenes y proporciones, para jugar siempre a nuestro favor y no generar volúmenes innecesarios en zonas de conflicto, ni generando una silueta que no nos favorezca.
La primavera es una estación ideal para incorporar vestidos camiseros, y cuando los descubran y los usen podrán comprobar que realmente, además de su versatilidad y facilidad de llevar, se trata de una prenda muy cómoda y los amarán.
Hasta la próxima nota.
Flor